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Eloísa Guerrero

La Hipótesis de la agenda

La Hipótesis de la agenda

La hipótesis de la agenda-setting

Existe un hipótesis que sostiene que los medios, al describir y precisar la realidad externa, presentan al público un lista de todo aquello en torno a lo que debe tener en opinión y por lo cual discutir, además de modificar la realidad social para ser comprendida por el público.

Se plantea un problema de una continuidad cognoscitiva entre las distorsiones que se originan en las fases productivas de la información y los criterios de la importancia, de organización de los conocimientos, que el auditorio de dicha información absorbe y hacen propios; es decir, los medios proporcionan algo más que un criterio de número de noticias, sino también las categorías en las que los destinatarios pueden fácilmente colocarlas de forma significativa.

La manera de jerarquizar los acontecimientos, por parte de un sujeto, es similar a ala valoración que operan los medios acerca de los mismos problemas.
Hay diferencias entre el poder de la agenda de los distintos medios, algunos suponen que tanto el medio televisivo como el impreso se esta dotado de poderes; en el primero las noticias son demasiado breves, rápidas, heterogéneas y demasiado fragmentadas, impidiendo una eficacia cognoscitiva duradera, sin embargo esto no invalida el hecho de que proporcione una representación global del hecho; mientras que la información impresa posee todavía la capacidad de indicar eficazmente la distinta importancia de los problemas presentados,

Las modalidades de mediación simbólica de los medios pueden comprenderse mejor extendiendo el análisis a las constricciones y condiciones productivas-profesionales que vinculan la construcción de los textos difundidos por la comunicación de masas. La distinta eficacia entre información televisiva e impresa es también confirmada, ya que en lo referente a la televisión, el público es asediado por información fragmentaria, totalmente inapropiada para formar un marco cognoscitivo adecuado a las opciones que el elector deberá llevar a cabo.
Los distintos medios tienen una capacidad diferenciada de establecer el orden del día de los temas públicamente importantes. La televisión parece ser menos influyente que la información impresa.

En resumen, cabe destacar, que la formación de la agenda del público pasa a ser el resultado de algo mucho más complejo que la simple estructuración de un orden del día de temas y problemas por parte de los medios.