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Eloísa Guerrero

Lenguaje Visual

Lenguaje visual

Lenguaje visual Federico García Lorca, dijo: "Ningun ciego de nacimiento puede ser poeta plástico de imágenes objetivas, porque no tiene idea de las proporciones de la naturaleza. El ciego esta mejor en el campo de la luz mítica, exento de los objetos reales y traspasado de largas brisas de sabiduría. Todas las imágenes se abren, pues, en el campo visual." De los demás seres vivos, entre otras muchas cosas nos distingue el lenguaje y nuestra capacidad de comunicación. Pero considerar al hombre como único productor de signos, no deja de ser una equivocación, el hombre aunque a veces realmente sea creador, es un signo más entre los signos.

En nuestra relación con todo lo que nos rodea, nos encontramos inmersos en una serie de lenguajes autónomos que poco a poco van siendo descubiertos y traducidos por nuestros sentidos. Los lenguajes tradicionales, por la cotidianidad de su utilización son lenguajes intencionados y sus funciones se limitan primordialmente a transmitir conocimientos, ideas, sentimientos, etc.

Nada descubro admitiendo que los distintos lenguajes con que la sociedad actual nos bombardea, facilitan el conocimiento y dan forma a nuestra opinion sobre todo lo que nos rodea. Reconozco que la peculiar visión a la que estos lenguajes nos ha abocado, nos obliga a que desarrollemos nuevos esquemas durante su utilización o bien cuando nos propongamos su lectura.

La difusión que del lenguaje visual se esta haciendo en estas dos últimas décadas hace que se nos presente como un lenguaje novedoso. Lo cierto es que su origen remonta a culturas anteriores a la nuestra y que estudiosos del tema ya se han encargado, acertadamente, de enlazar con el siglo XX las manifestaciones visuales de culturas primitivas cuyos signos de comunicación fueron jeroglíficos, caracteres aztecas, cuneiformes, orientales, arabigos,... etc.

Las características que definen el lenguaje visual son la conjuncion perfecta de elementos visuales y el uso de símbolos de distintos códigos de comunicación, teniendo en cuenta y asignándole un valor al soporte donde se realiza la obra.

La discursividad y monotonía se van desechando y el conocimiento de nuevas técnicas comunicativas, los dispares materiales empleados y la integración como una parte importante, en algunas obras secundaria y en la mayoría imprescindible y esencial, de otras manifestaciones artísticas como la fotografía, pintura, música o diseño, hacen que nuestras nuevas palabras, nuestras nuevas imágenes adquieran una carga de ambigüedad que aunque puedan ser discutidas por sus contrastes o por sus espectaculares avances, reflejan una coherente asimilación de principios que sin duda incitará directamente la curiosidad del receptor.

Pero el creador visual no rechaza el lenguaje verbal o natural. Hace de él un material más para utilizar en su trabajo. Este lenguaje que usamos a diario, es empleado dándole nuevas significaciones, aludiendo a unas cosas por medio de otras. Trucos, juegos, rodeos de lenguaje son utilizados como metáforas, transformando la información puramente semántica del lenguaje en información estética.

Los creadores visuales, toman la ambigüedad como su lenguaje natural, como el fín y el medio de su expresión. Con una gran dósis de ambigüedad hacen frente a todas las sensaciones que pasan por su pensamiento sin encontrar signos linguísticos capaces de describirlas con la precisión deseada.